El informe de investigación es el principal instrumento de comunicación de la investigación. Se elabora al final de la investigación; aunque, durante el proceso, se van confeccionando piezas del documento (apartados del marco teórico, introducción, gráficos…).
Este informe debe cumplir una serie de directrices que garanticen su correcta lectura. Una primera premisa es que la información debe aparecer jerarquizada, de modo que la persona que consulta el informe tenga claro cómo se ha estructurado el proceso de investigación y qué datos corresponden a cada uno de los apartados, de acuerdo con su relevancia y la relación que mantienen entre ellos.
Si el informe se redacta con Word, una manera sencilla y práctica de establecer esta jerarquía es, a medida que se va redactando, marcar los títulos de los apartados y subapartados con los formatos “Título + número“ (es decir, “Título 1”, “Título 2”, “Título 3″… ) que se encuentran en la pestaña”Inicio” de Word.
Si usamos este sistema, utilizaremos un número mayor a medida que nos adentremos en apartados más concretos de la investigación: así, “Título 1” se utilizará para los títulos de los apartados principales, “Título 2” para los subapartados de los apartados marcados con Título 1, “Título 3” para los subapartados de los apartados marcados con Título 2, y así sucesivamente.
Con el formato Títulos, la información queda ordenada y, además, una vez terminada la redacción del informe, desde la sección “Referencias” del programa Word podemos crear de forma automática una “Tabla de contenido” que nos sirva como índice del documento.
Esta tabla se ubicará al inicio del informe de investigación y la podremos actualizar, también automáticamente, eligiendo la opción “Actualizar tabla” que nos aparece cuando clicamos encima, en la parte superior. Así, en el caso de que un título cambie de nombre o que un contenido cambie de página dentro del documento, tanto el nuevo título como el nuevo número de página aparecerán actualizados en el índice de nuestro trabajo.
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